sábado, 20 de febrero de 2010

Oración del Papa León XIII

Jesús bueno, Redentor del mundo, miranos humildemente postrados delante de tu altar. Tuyos somos y tuyos queremos ser y, a fin de vivir más estrechamente unidos contigo, todos y cada uno nos consagramos en este día a tu Santo Corazón.
Muchos, por desgracia, jamás te han conocido, muchos despreciando tus mandamientos, te han desechado, Jesús misericordioso, compádecete de los unos y de los otros y atráelos a todos a tu Corazón.
Señor, sé rey, no sólo de los hijos fieles que jamás se han alejado de ti, sino también de los pródigos que te han abandonado, haz que vuelvan pronto a la casa paterna para que no perezcan de hambre y de miseria. Sé rey de aquellos que, por seducción del error o por espíritu de discordia viven separados de ti, devúelveles el puerto de la verdad y de la unidad de la fe para que en breve se forme un solo rebaño bajo un solo pastor. Concede, Señor, libertad a tu iglesia, otorga a todos los pueblos la paz en el orden, haz que del uno al otro extremo de la tierra no resuene sino esta voz: Bendito sea el Corazón de Jesús, causa de nuestra salud, a El entonen canticos de honor y de gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Oración de Santa Gertrudis


Señor lleno de ternura y misericordia, que no desprecias jamas las suplicas de los pecadores, yo me refugio a tus pies e imploro tu clemencia. Tú mismo, Jesús, habla por mí, da satisfacción por mí, pues confieso en tu presencia todos los pecados de mi vida.
Por la purísmas lágrimas de tus divinos ojos, lava toda mancha que yo he contraido con miradas culpables. Por tus benditos ojos siempre abiertos para aconger al pecado, borra las inequidades que yo he cometido con el oido. Por el vivificante poder de las palabras de tu bendita boca, borra los pecados de mi lengua delictuosa. Por la perfección de tus obras, por las llagas de tus manos, borra los pecados de mis manos culpables. Por la dolorosa fatiga de tus benditos pies y por sus cruedelisimas llagas, borra las manchas que los mios han contraido. Por la pureza de intención que santificó todos tus pensamientos, por el encendido amor de tu divino corazón, borra toda la iniquiedad de mis pensamientos y de mi corazón pecador. Por la noble inocencia y por la sabiduria infinita de tu vida, purifica mi vida, tan manchada por la corrupción del pecado. En fin, lava en el baño sagrado de tu preciosa sangre, purifica, anega, todas las manchas de mi corazón y de mi alma, a fin de que por tus santísimos méritos yo comparezca puro a tus ojos y merezca guardar en adelante, con un corazón limpio, todos tus mandamientos. Amén.

Canto del Hermano Sol deSan Francisco de Asis

Alísimo, omnipotente y buen Señor, tuyas son las alabanzas, la gloria, el honor y toda la bendición.
A ti sólo se deben, Altísmo, y ningún hombre es digno de hacer en ti mención.
Alabado seas, Señor, en todas tus criaturas, en especial con el hermano sol, que nos da el día, y con el cual nos alumbras a nosotros, y es bello y radiante con gran esplendor, de ti altisimo trae significación.
Alabado seas, señor, por la hermana luna y kas estrellas, las has formado en el cielo, claras, preciosas y bellas.
Alabado seas, Señor, por el hermano viento y por el aire, las nuves y la calma y todo el tiempo, por el cual a tus criaturas darás sustento.
Alabado seas Señor, por el hermano fuego, con él alumbras la noche y es alegre, robusto, fuerte y bello.
Alabado seas señor por la hermana Madre tierra, la cual nos sustenta y gobierna y produce varios frutos, flores pintadas y hierba.
Alabad y bendecid a mi Señor, dadle gracias y servidle con gran humildad.

El rosario Islam

El Rosario Islámico es la oración del desierto de las largas marchas, de la oración y la alabanza prolongada.Formado por 99 cuentas (corresponde a las 99 alabanzas de Dios, se pasa entre los dedos con una invocación única escogida entre ellas, luego de decir: "Él es Dios; no hay más dios que Él") Por ejemplo podrias decir: Dios mio que grande eres!

Estos son, según la religión Islam, los 99 nombres de Dios:

1. Al-Ahad El Único

2. Ar-Rahman El Más Misericordioso

3. Ar-Raheem El Más Compasivo

4. Al-Malik El Supremo Soberano

5. Al-Quddus El Más Santo

6. As-Salam La Fuente de Paz

7. Al-Mu'min El Dador de Fe, Protección y Seguridad

8. Al-Muhaimin El Protector y Guardián

9. Al-Azeez El Incomparable y sin paralelo

10. Al-Yabbar El Comandante

11. Al-Mutakabbir El Supremo en Orgullo y Grandeza

12. Al-Khaliq El Creador

13. Al-Bari El Administrador y Hacedor

14. Al-Musawwir El Forjador

15. Al-Ghaffar El Muy Perdonador

16. Al-Qahhar El Dominador

17. Al-Wahhab El Dador de Todo

18. Ar-Razzaq El Proveedor y Sustentador

19. Al-Fattah El Sustentador

20. Al-Aleem El Omnisciente

21. Al-Qabid El Despojador

22. Al-Basit El Que Da Abundantemente

23. Al-Khafid El Que Da Humildad

24. Ar-Rafi' El Exaltado

25. Al-Mu'izz El Dispensador de Honores

26. Al-Mudhill El Que Humilla

27. As-Sami' El Que Escucha todo,El Oyente

28. Al-Baseer El Veedor de todo

29. Al-Hakam El Juez

30. Al-Adl El Justo

31. Al-Lateef El Sutil

32. Al-Khabeer El Todo Pendiente

33. Al-Haleem El Paciente

34. Al-Atheem El Magnífico

35. Al-Ghafur El Perdonador y El que esconde las faltas

36. Ash-Shakur El Que Recompensa el Agradecimiento

37. Al-'Ali El Más Grande

38. Al-Kabir El Verdadero Grandioso

39. Al-Hafith El Preservador

40. Al-Muqeeth El Mantenedor

41. Al-Haseeb El Considerado

42. Al-Jaleel El Poderoso

43. Al-Kareem El Generoso

44. Ar-Raqeeb El Observador

45. Al-Mujeeb El Respondedor

46. Al-Wasi El todo Comprensivo

47. Al-Hakeem El Sabio

48. Al-Wadud El Digno de Ser Amado

49. Al-Majeed El Majestuoso

50. Al-Ba'ith El Resurrector

51. Ash-Shahid El Testigo

52. Al-Haqq El de la Última Verdad

53. Al-Wakeel El Digno y Último de Confianza

54. Al-Qawi El Poseedor de toda Fuerza

55. Al-Matin El Firme

56. Al-'Walee El Gobernador

57. Al-Hameed El Que Vale la Pena

58. Al-Muhsi El Calculador

59. Al-Muhyi El Dador de Vida

60. Al-Mubdi El Originador

61. Al-Mueed El Restaurador

62. Al-Mumeet El Tomador de Vida

63. Al-Hayy El Por Siempre Viviente

64. Al-Qaiium El Existente por Sí Mismo

65. Al-Wahid El Que Es Único

66. Al-Majid El Glorificado

67. Al-Wajid El Fundador Sin Necesidades

68. As-Samad El Satisfactor de toda Necesidad

69. Al-Qadeer El Todo Poderoso

70. Al-Muqtadir El Dador de Poder sobre las Cosas

71. Al-Muqaddim El Que Causa Avance

72. Al-Mu'akhir El Que Causa Retraso

73. Al-Awwal El Primero

74. Al-Akhir El Último

75. Ad-Thahir El Manifestado

76. Al-Batin El Oculto

77. Al-Wali El Que Tiene Cargo sobre Todo

78. Al-Muta'ali El Más Altamente Exaltado

79. Al-Barr El Benéfico

80. At-Tawwab El Que Acepta el Arrepentimiento

81. Al-Muntaqim El Vengador

82. Al-Afu El Perdonador

83. Ar-Ra'uf El Más Compasivo

84. Malik Al-Mulk El Poseedor de Todo

85. Dhul-Jalal Wal-ikram El Señor De La Majestuosidad y la Generosidad

86. Al-Muqsit El Proveedor de Equidad

87. Al-Jami El Recogedor

88. Al-Ghani El Independientemente Rico

89. Al-Mughni El Enriquecedor

90. Al-Mani' El Que Previene el Daño

91. Ad-Darr El Creador De lo que hace Daño

92. An-Nafi' El Creador de lo Bueno

93. An-Nur La Luz

94. Al-Hadi El Creador De La Guía

95. Al-Badi El Originador de la Creación

96. Al-Baqi El Siempre Eterno

97. Al-Warith El Último Heredador

98. Ar-Rasheed El Maestro Correcto

99. As-Sabur El Paciente


Oración al Espíritu Santo para pedir sus dones

¡Oh, Espiritu Santo! llena de nuevo mi alma con la abundancia de tus dones y frutos.
Haz que yo sepa con el don de sabiduria tener este gusto por las cosas de Dios que me haga apartar de las terrenas.
Que sepa con el don de entendimiento ver con fe viva la importancia y la belleza de la verdad cristiana.
Que con el don de consejo ponga los medios más conducentes para santificarme, perseverar y salvarme.
Que el don de fortaleza me haga vencer todos los obstáculos en la confesión de la fe y en el camino de la salvación.
Que sepa con el don de ciencia discernir claramente entre el bien y el mal, lo falso de lo verdadero descubriendo los engaños del demonio, del mundo y del pecado.
Que con el don de piedad, ame a Dios como Padre, le sirva con fervorosa devoción y sea misericordioso con el prójimo.
Finalmente, que con el don de temor de Dios, tenga el mayor respeto y veneración por los mandamientos de Dios, cuidando de no ofenderle jamas en el pecado.
Lléname sobre todo de tu amor divino, que sea el móvil de toda mi vida espiritual que lleno de unición sepa enseñar y hacer entender al menos con mi ejempl, la belleza de tu dorctrina, la bondad de tus preceptos y la dulzura de tu amor. Amén.

Espíritu Santo

Amor del Padre y del Hijo,
inspirame siempre lo que debo pensar,
lo que debo decir y cómo decirlo,
lo que debo callar, lo que debo escribir,
cómo debo actuar y lo que debo hacer
para procurar tu Gloria,
el bien de las almas
y mi propia santificación.
Oh, Jesús en ti está toda mi confianza. Amén

Card. Verdier

Oración al Espíritu Santo

Oh, Espiritu Santo, alma de mi alma, te adoro! Ilumíname, guíame, fortaléceme, consuélame, dime que debo hacer, dema tus órdenes, te prometo someterme a todo lo que deseas de mí y aceptar todo lo que permitas que me suceda: hazme tan solo conocer tu voluntad. Amén

Cardenal Mercier

jueves, 18 de febrero de 2010

Oración al inicio de cuaresma

GRACIAS, SEÑOR, PORQUE LA CUARESMA LLAMA A LA PUERTA

Y NOS OFRECE UNA NUEVA OPORTUNIDAD:

QUE NOS PREPAREMOS PARA ACOGER EL MISTERIO DE LA MUERTE

Y RESURRECCIÓN DEL SEÑOR QUE CELEBRAREMOS, DENTRO DE CUARENTA DÍAS.

AYÚDAME A HACER SILENCIO, SEÑOR, QUIERO ESCUCHAR TU VOZ.

TOMA MI MANO, GUÍAME AL DESIERTO,

QUE NOS ENCONTREMOS A SOLAS, TÚ Y YO.

NECESITO CONTEMPLAR TU ROSTRO,

ME HACE FALTA LA CALIDEZ DE TU VOZ,

CAMINAR JUNTOS... CALLAR PARA QUE HABLES TÚ.

ME PONGO EN TUS MANOS,

QUIERO REVISAR MI VIDA,

DESCUBRIR EN QUÉ TENGO QUE CAMBIAR,

FIANZAR LO QUE ANDA BIEN,

SORPRENDERME CON LO NUEVO QUE ME PIDES.

AYÚDAME A DEJAR A UN LADO LAS PRISAS,

LAS PREOCUPACIONES QUE LLENAN MI CABEZA,

BARRE MIS DUDAS E INSEGURIDADES,

AYÚDAME A ARCHIVAR MIS RESPUESTAS HECHAS,

QUIERO COMPARTIR MI VIDA Y REVISARLA A TU LADO.

ME TIENTA LA SEGURIDAD, EL "SABERLAS TODAS",

TENERLA "CLARA", NO NECESITARTE.

ME TIENTA EL ACTIVISMO:

HAY QUE HACER, HACER Y HACER.

Y ME OLVIDO DEL SILENCIO Y LA ORACIÓN,

ME TIENTA LA INCOHERENCIA.

HABLAR MUCHO Y HACER POCO.

MOSTRAR FACHA DE BUEN/A CRISTIANO/A,

PERO ADENTRO,

DONDE TÚ Y YO CONOCEMOS,

HAY MUCHO PARA CAMBIAR.

ME TIENTA SER EL CENTRO DEL MUNDO.

QUE LOS DEMÁS GIREN A MI ALREDEDOR.

QUE ME SIRVAN EN LUGAR DE SERVIR.

ME TIENTA LA IDOLATRÍA. FABRICARME UN ÍDOLO

CON MIS PROYECTOS, MIS CONVICCIONES,

MIS CERTEZAS Y CONVENIENCIAS,

Y PONERLE TU NOMBRE DE DIOS.

ME TIENTA LA FALTA DE COMPROMISO.

ES MÁS FÁCIL PASAR DE LARGO

QUE BAJARSE DEL CABALLO Y

HACER LA DEL SAMARITANO.

¡HAY TANTOS CAÍDOS/AS A MI LADO, SEÑOR,

Y YO ME HAGO EL DISTRAÍDO!


ME TIENTA LA FALTA DE SENSIBILIDAD,

NO TENER COMPASIÓN,

ACOSTUMBRARME A QUE OTROS SUFREN

Y TENER EXCUSAS, RAZONES, EXPLICACIONES…

QUE NO TIENEN NADA DE EVANGELIO

PERO QUE ME CONFORMAN… UN RATO, SEÑOR,

PORQUE EN EL FONDO NO PUEDO ENGAÑARTE.

ME TIENTA EL SEPARAR LA FE Y LA VIDA.

LEER EL DIARIO, VER LAS NOTICIAS

SIN INDIGNARME EVANGÉLICAMENTE

POR LA AUSENCIA DE JUSTICIA

Y LA FALTA DE SOLIDARIDAD.

ME TIENTA EL MIRAR LA REALIDAD

SIN LA MIRADA DEL REINO.


ME TIENTA EL TENER TIEMPO PARA TODO

MENOS PARA LO IMPORTANTE.

Y LAMENTARLO PERO NO HACER NADA PARA CAMBIARLO.

ME TIENTA, SEÑOR, EL DESALIENTO,

LO DIFÍCIL QUE A VECES SE PRESENTAN LAS COSAS.

ME TIENTA LA DESESPERANZA, LA FALTA DE UTOPÍA.

ME TIENTA EL DEJARLO PARA MAÑANA,

CUANDO HAY QUE EMPEZAR A CAMBIAR HOY.

ME TIENTA CREER QUE TE ESCUCHO

CUANDO ESCUCHO MI VOZ.

¡ENSÉÑAME A DISCERNIR!


DAME LUZ PARA DISTINGUIR TU ROSTRO.

LLÉVAME AL DESIERTO, SEÑOR,

DESPÓJAME DE LO QUE ME ATA,

SACUDE MIS CERTEZAS Y

PON A PRUEBA MI AMOR Y MI FE.

PARA EMPEZAR DE NUEVO, HUMILDE, SENCILLO/A,

CON FUERZA Y ESPÍRITU PARA VIVIR FIEL A TÍ.

AMEN

domingo, 14 de febrero de 2010

Vivir el silencio y la paz

El Espíritu de Dios es un espíritu de paz, habla y actúa en la paz, nunca en la inquietud y en la agitación. Además, las mociones del Espíritu son toques delicados, que no se manifiestan en el estrépito, y sólo pueden emerger en nuestra consciencia espiritual si existe en ella una zona de calma, de serenidad y de paz. Si nuestro interior es siempre ruidoso y agitado, la dulce voz del Espíritu Santo tendrá muchas dificultades para hacerse oír.
Esto significa que, si queremos percibir las mociones del Espíritu Santo y obedecerlas, adquiere la mayor importancia el hecho de tratar de mantener nuestro corazón en paz en toda ocasión. Esto no es fácil, pero a fuerza de luchar por adquirir la esperanza en Dios, el abandono, la humildad y la aceptación de nuestras miserias gracias a una confianza inconmovible en la misericordia divina, llegaremos a ello paso a paso.
Pero es importante subrayarlo, porque si no tratamos de «vivir la paz» en todas las circunstancias que nos hacen perderla (y son numerosas), difícilmente seremos capaces de escuchar la voz del Espíritu Santo cuando quiera hablar a nuestro corazón: se lo impedirá la agitación que permitimos que reine en él. Pongamos, pues, en práctica estas palabras de san Juan de la Cruz: «Procure conservar el corazón en paz; no le desasosiegue ningún suceso deste mundo" (Dichos de luz y amor, 153, en Vida y obras de San Juan de la Cruz, BAC, Madrid 1978). Aunque todo se derrumbe aquí abajo y todos los acontecimientos nos sean adversos, sería inútil que nos turbásemos, pues esa turbación nos aportaría más perjuicio que provecho» (Máxima 175.)
Y el mayor de estos perjuicios será el de hacernos incapaces de obedecer a los impulsos del Espíritu Santo. Esto va unido a la práctica del silencio. Un silencio que no es un vacío, sino que es paz, atención a la presencia de Dios y a la presencia del otro, espera confiada y esperanza en Dios. Evidentemente, el exceso de ruido -no en sentido físico, sino en el de ese torbellino incesante de pensamientos, de imaginaciones, de palabras oídas o dichas en las que nos solemos dejar atrapar, y que no hacen más que alimentar nuestras preocupaciones, nuestros temores, nuestras insatisfacciones, etc.- deja al Espíritu Santo muy pocas posibilidades de poder expresarse. El silencio no es un «vacío», sino una actitud general de interioridad que permite preservar en nuestro corazón una «celda interior» (en palabras de santa Catalina de Siena) en la que estamos en presencia de Dios y conversamos con Él. El silencio es todo lo contrario de la dispersión del alma hacia fuera, de la curiosidad, de la charlatanería, etc.: es la capacidad de entrar de un modo natural en nuestro interior imantados por la presencia de Dios que nos habita.