A ti que eres nuestra madre, que nos amas con ternura,
queremos ofrecerte nuestra vida y decirte que te amamos;
que somos tus hijos que confiamos en el poder de tu protección.
Llévanos sobre tu corazón junto al niño que descansa en tus brazos,
consuelanos en la aflicción,
fortalécenos en la tentación.
Haznos crecer en la fe, en la esperanza, y en el amor a Dios y a los hermanos.
Conserva en nuestro interior la alegría de ser hijos de tu iglesia.
Impúlsanos para que seamos entusiastas evangelizadores del Reino.
Y que tu bendición nos acompañe, Madre, hasta ver la hermosura de Dios
en el Cielo. Amén.
queremos ofrecerte nuestra vida y decirte que te amamos;
que somos tus hijos que confiamos en el poder de tu protección.
Llévanos sobre tu corazón junto al niño que descansa en tus brazos,
consuelanos en la aflicción,
fortalécenos en la tentación.
Haznos crecer en la fe, en la esperanza, y en el amor a Dios y a los hermanos.
Conserva en nuestro interior la alegría de ser hijos de tu iglesia.
Impúlsanos para que seamos entusiastas evangelizadores del Reino.
Y que tu bendición nos acompañe, Madre, hasta ver la hermosura de Dios
en el Cielo. Amén.
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