Aun si mi padre o mi madre me rechazaron en ese momento, tu me amabas y quisiste que yo fuera concebido. Gracias, Señor pues nunca me has rechazado y nunca lo haras. Tu me amaste durante todo el tiempo en que estaba siendo formado en el vientre de mi madre. Gracias, Señor
¡Ay... los chismes!: Creciendo entre espinas
Hace 1 semana
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