miércoles, 3 de febrero de 2010

ALGUNOS CONSEJOS PARA CUANDO SE HACE ORACION EN GRUPO

Si en algún momento tienes la bendición de encontrar otras personas que, como tú, también practican la oración contemplativa, puede ser positivo el reunirse para orar en común algún día de la semana o quizás en períodos más largos como un fin de semana.
Cuando varias personas se reúnen es necesario un mínimo de estructuración para que la reunión pueda ser espiritualmente productiva y no termine por ser un desorden y una dispersión totalmente antiespiritual. Recuerda que la belleza y el orden son un reflejo y una cualidad de lo Absoluto.
Tanto en el caminar solitario como cuando se hace en pequeños grupos, es posible y puede ser incluso recomendable la practica del Oficio Divino o la simple salmodia del Salterio como fuente de gracia, de inspiración y, cuando se hace en grupo, como oración compartida. Esto se puede hacer al comienzo del periodo de práctica y sin que llegue a ser la parte predominante, de manera que la mayor parte del tiempo sea de oración interior.
Los salmos se pueden recitar en grupo simplemente con el tono normal de lectura, pero todavía mejor es hacerlo con la entonación gregoriana que es muy sencilla de aprender y practicar, y que además crea una atmósfera mucho más contemplativa.
En reuniones de varios días, y si esto fuera posible, se puede incluir la celebración de la Eucaristía. Hacerlo de la manera más austera. Hacerlo sin prisa. Que no se pierda el sabor interior orante durante la celebración.
De utilizar cánticos, que sean gregorianos, evitando esa clase de músicas emocionales y dulzonas que se acostumbran hoy en día y que no favorecen para nada la elevación espiritual. No confundáis una subida emocional o sentimental, con la ascensión espiritual. Es mejor no emplear cantos antes que emplearlos mal. Si no conocéis la música gregoriana mejor hacerlo con la simple y austera palabra, y con abundantes momentos de silencio.... la mejor de las músicas.
Al estar en grupo es mejor marcar unos periodos de oración que resulten adecuados para el grupo. Alguien se encargará de marcar el tiempo con un toque de campana y si se hace la salmodia, alguien se encargará de dirigirla mínimamente.
Sobre todo nada de complicación y de dispersión. Lo más simple es lo más eficaz. Si a la simple oración se añaden algunos elementos es con el fin de facilitar la presencia del Espíritu, la inspiración, o el funcionamiento grupal, pero no es para nada obligatorio. Si no es necesario añadir nada, tanto mejor; y si se hace, que sea para mejorar la calidad de transparencia interior no para difuminarlo todo con decoraciones o emocionalidades.
El lema de un grupo contemplativo orante debe de ser el tradicional monástico de «Soledad compartida».

ALGUNOS CONSEJOS A LA HORA DE USAR UNA IMAGEN

Una imagen es una obra de arte destinada a propiciar la oración y la contemplación. No es por lo tanto un objeto de decoración o de adorno.

Ha sido creada para ayudar a los creyentes en la plegaria individual, familiar o de pequeños grupos.

Mantenla oculta siempre que no estés en oración y evita que lo profanen miradas de otras personas o las tuyas propias cuando no estás orando.

No es un objeto para enseñarlo a las amistades ni una decoración exótica para la casa.

Es una evocación de lo Sagrado a través de una imagen.

Antes de elegir un icono, una imagen o una figura, mira bien si realmente evoca en ti lo Sagrado. No tengas prisa en elegir. Tómate todo el tiempo que haga falta.

Un icono, una figura, una imagen, un templo o cualquier lugar de oración no es imprescindible; afortunadamente Dios está en todas partes; pero lo que tienes que ver es si tú lo ves en todas partes. Si es así, no te hace falta ningún elemento externo de ayuda, pero tienes que ser muy sincero y si no es así, y resulta que una imagen, un icono, determinadas iglesias o cualquier otro elemento te ayuda a evocar la presencia de lo Sagrado, entonces es bueno y sabio el que lo utilices.


Según la Inspiración del Espíritu y la experiencia personal de un Ermitaño Anónimo