domingo, 30 de agosto de 2009

La oración de entrega o de confianza

La oración de entrega o confianza tiene el poder de transformarnos en personas de fe, capaces de confiar plenamente en las promesas de Dios.
Debemos rezar como si todo dependiese de Dios, pero al mismo tiempo obrar como si todo dependiese de nosotros mismos.
Debemos sí poner en las manos de Dios nuestras vidas y, principalmente los hechos y las cosas relacionadas con nuestro futuro, que podrían suceder o no pero que todavía están fuera de nuestro control o intervención.
Por medio de la oración de entrega nos revestimos de la protección divina para enfrentar nuestras luchas diarias.
Entregarse no significa alienarse del mundo, transfiriendo nuestras responsabilidades a Dios sino, ante todo, aliarse a él, teniéndolo como un gran socio en la labor diaria en todos los sectores de nuestra vida, compartiendo con él nuestras tareas, tratando de hacer bien nuestra parte y, pidiéndole que a su vez haga lo que le comete a él.
Debemos entregar siempre a Dios todos los momentos de nuestra vida, sean de alegría o tristeza, de vida o de muerte.
El doble beneficio de nuestra oración de entrega
Vemos un doble beneficio de la oración de entrega: si por un lado aleja de nosotros las preocupaciones, maléficas e indeseables, que ocupan nuestros pensamientos con cosas nefastas de un futuro incierto, y que, casi nunca acontecen, por otro lado, al mismo tiempo, nos ejercitan en la fe, don precioso que nos da, conforme a la voluntad de Dios, la certeza de las cosas buenas y benéficas que el futuro tiene reservadas para nosotros.
De la preocupación a la fe. De la incertidumbre a la confianza. Del miedo a los males a la certeza del bien.
Hagamos de la oración de entrega un hábito, procurando en cada momento vivido, entregarnos a Dios, señor y dueño de nuestra vida, para que podamos ofrecer buenos y sabrosos frutos a todos aquellos que nos buscan y que tanto necesitan, o que dependen espiritualmente de nosotros.

La oración de acción de gracias

La oración de agradecimiento o acción de gracias tiene como objetivo centralizar nuestras plegarias y gratitud en los beneficios personales que Dios nos ha proporcionado.
Podemos siempre, al comienzo y al fin de cada día vivido, a través de la oración de agradecimiento, hacer un balance positivo de las innumerables gracias recibidas por nosotros de las manos de Dios.
Por intermedio de la oración de acción de gracias podemos desarrollar una confianza mayor en Dios y aumentar nuestra autoestima que nos hará sentir muy amados y, realmente, personas escogidas por Dios para estar exactamente en el lugar en Donde hoy estamos.
Con la oración de acción de gracias podemos agradecer por muchos dones y talentos que él nos concede y que, por gratitud ponemos a su entera disposición, para implantar aquí en la tierra su reino de paz y amor. Toda virtud, gracia, bien y regalo de Dios que hemos experimentado en nuestras vidas son fuertes motivos para que demos gracias, de corazón, al Creador de todas las cosas.
A medida que el tiempo vaya pasando vamos encontrando cada vez más y más motivos para agradecer a Dios, de tal forma que en un determinado momento del camino, nuestras oraciones serán únicamente de alabanza y agradecimiento. Esta oración desarrollará en nosotros la alegría.
La oración de agradecimiento tiene el poder de hacernos personas alegres y felices, al ayudarnos a descubrir el inmenso amor que Dios nos tiene.