miércoles, 2 de diciembre de 2009

7 pasos para sanar la etapa del vientre materno

1) Recibe seguridad: Tomate algunos minutos de contemplación de Maria recibiendo la visita del angel Gabriel y concibiendo al Hijo de Dios por obra del Espiritu Santo. Siente como tú estás también junto a Jesús, en el vientre purisimo de María y dejate inundar por la sensación de seguridad que ellos te transmiten, de manera de poder transmitir con ellos el desarrollo de la armonía integral y de la alegría en el vientre materno.

2) Recibe una sensación: Contempla como crece el vientre de Maria y como tu y Jesus crecen y juegan con él. Trata de estar atento y percibir cualquier sensación que el Espiritu Santo queira traerte. Respira profunda y lentamente, relajate y espera que Dios te hable, recibiendo cualquier imagen o recuerdo innato que te viene a través de las paredes del vientre materno y que el Señor querrá sanar en esta ocasión.

3) Recibe protección: A medida que afloran esos recuerdos contempla a María, con los ojos de tu imagninación, que pone la mano sobre el vientre y que sale en defensa de la vida y de la identidad sexual (varón o mujer) brindandote la protección y la aceptación que necesitas en el vientre materno y que quizá no tuviste de parte de algunas personas.

4) Entregale los recuerdos: Hablale sobre cualquier datos que tengas y que tus padres u otras personas te hayan contado, sobre cómo fuiste gestado y entregale la causa de cualquier dolor. Pon entre las manos de la Virgen, las situaciones que hicieron que tu mamá estuviese angustiada, nerviosa, triste, malhumorada y enojada y que absorviste en el vientre materno. Entrea a Dios cualquier imagen o recuerdo prenatal que pueda brotar en tu corazón.

5) Decídete a perdonar: Perdona a quien el Señor te muestre que debes perdonar, pide la gracia de perdonar.

6) Declárate libre: Escupe fuera de ti esas emociones negativas con las cuales te alimentaste en el vientre materno y de la frustación desde el seno materno. Dile al Señor que aumente tu fe, a fin de que puedas creer que estás siendo liberado de lo que, desde entonces, atormentaba tu corazón.

7) Déjate colmar: Siente el amor de la Santisima Trinidad y la Sagrada Familia que te envuelve. Respira hondo y pideles que te envuelvan con los dones de fortaleza, alegría y paz interior. Contempla como el Señor llena el vaso de tu alma con emociones sanadoras que emanan de la fuente de su divino corazón y te dan un nuevo nacimiento.

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