sábado, 20 de febrero de 2010

Oración de Santa Gertrudis


Señor lleno de ternura y misericordia, que no desprecias jamas las suplicas de los pecadores, yo me refugio a tus pies e imploro tu clemencia. Tú mismo, Jesús, habla por mí, da satisfacción por mí, pues confieso en tu presencia todos los pecados de mi vida.
Por la purísmas lágrimas de tus divinos ojos, lava toda mancha que yo he contraido con miradas culpables. Por tus benditos ojos siempre abiertos para aconger al pecado, borra las inequidades que yo he cometido con el oido. Por el vivificante poder de las palabras de tu bendita boca, borra los pecados de mi lengua delictuosa. Por la perfección de tus obras, por las llagas de tus manos, borra los pecados de mis manos culpables. Por la dolorosa fatiga de tus benditos pies y por sus cruedelisimas llagas, borra las manchas que los mios han contraido. Por la pureza de intención que santificó todos tus pensamientos, por el encendido amor de tu divino corazón, borra toda la iniquiedad de mis pensamientos y de mi corazón pecador. Por la noble inocencia y por la sabiduria infinita de tu vida, purifica mi vida, tan manchada por la corrupción del pecado. En fin, lava en el baño sagrado de tu preciosa sangre, purifica, anega, todas las manchas de mi corazón y de mi alma, a fin de que por tus santísimos méritos yo comparezca puro a tus ojos y merezca guardar en adelante, con un corazón limpio, todos tus mandamientos. Amén.

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