domingo, 27 de septiembre de 2009

Cómo superar etapas de aridez espiritual

Tibieza, frialdad, falta de fervor; aburrimiento, rutina, no encontrar ‘sabor’ en la oración; desgana; sentirse perdiendo el tiempo al orar; sentirse un tronco seco; “no hay nada”/”nada pasa”; mucho sueño al orar; sentirse “hablando a las paredes”…
En general, se puede ir considerando progresivamente las siguientes causas de aridez. Sólo en caso de descartar las primeras se debe pensar en las otras.

a) cansancio físico/psicológico: (incapacidad de experimentar la oración de forma más sentida debido a: el momento inoportuno al que ha relegado la oración, el tenor de vida agotador del orante, su condición permanente de salud, etc.)

Puede ser que el sueño o cansancio mental (imposibilidad de concentrarse u orar; aburrimiento) provenga de la misma hora escogida para orar: temprano (para uno que suele estar letárgico por la mañana); después de almuerzo (cuando el cuerpo reclama la siesta), o en la noche (para uno que se encuentra rendido al fin de la jornada). O bien, por un ritmo agotador de trabajo/actividad (a veces debido a la falta de disciplina personal), o por falta crónica de sueño. Cuando el estado de salud se ve afectado seriamente por la mala alimentación, la enfermedad o la vejez, esto también lógicamente perjudica la oración.
En todos estos casos es recomendable acometer el origen de este cansancio, si es posible. Puede ser que la mala alimentación, un problema de salud no reconocido o el abuso de los propios límites físicos (p.ej. sobrecargo de trabajo) es causante del problema en la oración (y otros problemas en el estudio, rendimiento en el trabajo, tensiones en comunidad, etc.) y debe ser solucionado en su raíz primero. En caso que no sea posible solucionar esto, (trabajo obligatorio que uno no puede renunciar, enfermedad crónica, achaques de la vejez), habrá que adaptar la oración a este nuevo cuadro de vida. Ayudan a esto: la oración corporal en varias posturas (despereza y despierta), y abandonar métodos complicados de oración o meditación en favor de una oración más sencilla (simplemente estar con Dios, conversar con él, mirar una imagen favorita… y ¡hasta dormir en su presencia!).

b) oración demasiado ‘encasillada’: (falta de “vida” en la oración –aridez emocional— por haber excluído de su oración varios factores vitales o áreas enteras de su vida como “no relevantes” o no dignas de entrar en ella.)
Cuando se experimenta una falta de “vida” en la oración personal (la oración parece algo fingido, irreal o sólo “por cumplir”), a lo mejor se debe justamente a no dejar entrar en tu oración la realidad de tu vida. Comparte tus sentimientos, tus cosas más personales con el Señor, sean lo que sean (incluso los sentimientos “negros” o “rojos”), y luego trata de escucharle hablándote a ti. Es recomendable en esta situación la oración espontánea, la oración “desde la vida”, y oración compartida con un(a) amigo(a) de confianza. O bien, ser creativ@ en su oración, evitando caer innecesariamente en la rutina. También preparar bien su oración anticipadamente (lo cual no es opuesto a lo que acabamos de decir; al contrario, ayuda a que sea más vital y creativa, menos rutinaria y dejado a lo mismo siempre).


c) etapa en la vida espiritual: (períodos de sequedad más o menos largos sin causa discernible en la vida del orante; esto normalmente ocurre después de 2-3 años de una vida de oración comprometida y disciplinada)

Períodos de aridez en la oración, aún prolongados, no son siempre sintomáticos de alguna carencia en la vida cristiana del orante. Pueden ser, al contrario, signo de una nueva madurez (o invitación a ella). Es un fenómeno normal en la vida de cualquier creyente: después de un primer período de oración muy sentida (“luna de miel”), Dios le lleva a pasar por un “desierto” de oración (período de sequedad): Oseas 2. Es el “destete” de los sentimientos, en el cual hace falta caminar por la fe (2 Cor 5,7.16) y perseverar a pesar de todo, sabiendo en quien hemos puesto nuestra confianza (2 Tim 1,12). Si en medio de nuestra sequedad mantenemos firme esta voluntad, y queremos orar aunque nos parezca estéril la oración que hacemos, agradamos a Dios. El gusto en la oración no es buen criterio del valor de la oración, ni de la presencia de Dios en ella. “Cuanto más nos priva Dios de sus consuelos, tanto más debemos esforzarnos en testimoniarle nuestra fidelidad” dice S. Francisco de Sales (Conversaciones espirituales, 17,3). Cf. CEC. , n. 2731.
Es bueno aferrarse en estos momentos a los recursos más fundamentales de la fe: la Eucaristía (adoración del Santísimo es una excelente oración/escuela de fe) y las Escrituras (salmos, evangelios). La oración vocal, el uso de imágenes, y la lectio divina (lectura meditativa) pueden mitigar hasta cierto punto el tedio de la aridez.
Hay que saber que es la doctrina común de los maestros de la vida espiritual que la oración fiel hecha en estos tiempos de sequedad es más meritoria y aprovecha más que la oración llena de consolaciones y arrobos en otro tiempo.

d) resistencia espiritual: (descartadas las otras explicaciones de aridez, si hay síntomas físicas inexplicables por causas físicas / psíquicas que sólo intervienen para impedir la oración; sueño dominante o fuertes dolores de cabeza que sólo vienen en momentos de lectura bíblica, sacramentos y oración personal, puede tratarse de una causa netamente espiritual)

Puede darse el caso de una interferencia espiritual (opresión / obsesión de espíritus malos) que exigiría una oración de liberación, previo arrepentimiento de cualquier involucramiento con cosas de espiritismo, brujería, o pecado grave. Pero antes de concluir que puede tratarse de eso, habría que averiguar bien que dicho obstáculo a la oración es espiritual, es decir, que no ocurre en ningún otro plano de la vida (porque en ese caso puede ser una cuestión neurológica, un problema de los ojos, agotamiento físico, etc.) y que parece responder a una voluntad perversa de apartarnos precisamente de todo lo que nos acerca a Dios. En el caso de un obstáculo de esta naturaleza convendría el acompañamiento de un director espiritual prudente y experimentado en cuestiones de liberación de espíritus.

¿Has pasado por algún momento de aridez espiritual? ¿Que hiciste ante esa situación?

17 comentarios:

  1. Mi conversión iniciò hace aproximadamente unos 14 años y he pasado por lindas lunas de miel con mi Papito Dios y por muchos desiertos.

    En mi opinión el desierto es una prueba espiritual para pasar a un nivel más alto donde se dejan de lado las emociones para fudamentar la vida en la fe.

    Creo que cuando una persona es llevada al desierto el Espìritu Santo sabe que esta persona pasarà la prueba, sino no la dejaría ir, porque nadie es sometido a fuerzas superiores a las que tiene.

    Entonces el desierto se convierte en el peldaño de una escalera que la llevará a grandes alturas con Dios.

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    1. Me encantaría partcipar en el taller. gracias. espero tu ayuda.Bendiciones.

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    2. como puedo saber si realmente lo que me pasa es un desierto Espiritual, toda mi vida he tenido presente a Dios, lo he amado y sentido pero ultimamente no me importa nada en la vida.. y la oracion me parece algo muy cansado y aburrido.Hago algunas cosas pero todo me parece sin sentido

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  2. Me he sentido con tanta aridez y me doy cuenta al ser conciente de ello, que sin su gracia, sin la plenitud de su Santo Espíritu no somos nada. No me cabe la menor duda que Dios me ha traido hasta esta bonito página para saber que hacer en estos momentos en los que mi mayor deseo es reencontrarme con el amor Divino. Muchas gracias por su ayuda. Bendiciones.

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  3. Llevo 8 años de vacio espiritual. He perdido totalmente la fe, no encuentro a nadie que quiera ayudarme, cuando digo que me pasa produce rechazo. Comienzo y recomienzo continuamente. nada me funciona. Ahora he comenzado a leer a Santa Teresa de Jesus. Ella se cogio a S Jose como maestrro. veremos.

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    1. Busca al sacerdote más cercano y explicale lo que te pasa. Yo tengo mi guía esperitual y siempre está dispuesto a ayudarme. Es el mejor consejo que puedo darte.

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  4. A mí también me ha pasado lo mismo y de hecho ya eran varios años participando activamente en grupos de la parroquia, al fallecer mi hijo -hace casi dos años- que ya era médico y había terminado su especialidad y maestría y empezaba a buscar trabajo, fué un golpe muy fuerte y no pude continuar en el servicio a la parroquia como lo estaba haciendo, pues yo participaba en Pastoral Social.Le había pedido a Dios que me permitiera ser un testimonio de fe en la comunidad y hacía oración con mucha fe -por lo menos eso sentía- le daba gracias y me sentía muy segura. Al tener ésta experien- cia,me quería morir también, fué muy difícil pero me acerqué con todo mi dolor al Señor y Él me confortó, secó mis lágrimas y me dió la fortaleza que necesitaba y avivó mi fé a pesar de que tanto le fallé, aunque no le reclamé nada y al final le he dado gracias de haberme prestado a mi hijo por esos 32 años y por las vivencias que me dejó y voy superando ese dolor, mando celebrar misas por mi hijo cada domingo y como quedó en las criptas de la parroquia, pues voy a platicar con él, a pesar de todo, le agradezco a Dios esa experiencia que me ha hecho madurar. Ojalá te sirva aún mi comentario. Saludos y bendiciones a tí y tu familia.

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  5. En mi caso que llevo 5 años en Cristo, he tenido anteriormente una especie de desierto espiritual, pero mi Pastor me ayudó y pudo discernir que se trataba de un ataque del maligno. Duro algunos días nada más.
    Hoy sí paso por un desierto espiritual que apareció de un día para otro. De estar en gozo y comunión con el Señor, al día siguiente lo perdí todo. Varios meses atrás comenzó un rechazo muy fuerte de mucha gente, inlcluso de la que ni me conoce y especielmente de mujeres. Siento que hasta me odian, como que fuera el peor delincuente. En el trabajo me atacan como para lapidarme. Aún así, me sentía fuerte y gozoso. Lo peor de todo es que como trabajo en mantenimiento, todo comenzó a malograrse "sobrenaturalmente". Las llamadas eran incesantes y con mucho odio. Llegué a pensar que algo del pasado me había condenado y que hoy daba sus frutos para mal. Todo me sale mal. Sin embargo me he apegado a pensar que es un desierto espiritual para el crecimiento, en el cual debo aprender a separarme de las emociones y poder caminar en el espíritu y la Fe, para restaurar mi comunión con Dios. Vivo una vida realmente agitada, pero he ingresado a un curso de Estudios Bíblicos porque siento que sólo la Palabra me puede sacar de este abismo. Dios me dé fuerzas para culminarlo. Nadie puede ayudarme así lo desee. Sólo Dios sabe sus propositos. Así esté con el corazón endurecido, le doy gracias por la tribulación, aunque la situación va de mal en peor. Dios los bendiga!!!

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  6. Gracias sin mas......bendiciones....

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  7. Yo tambien siento la mayor aridez espiritual, por los cambios que sufrio mi vida; al cambiar de pais de residencia. Que pruebas! Pero al leer el testimonio de la hermana que perdio a su hijo medico, no se que pensar. Me siento todavia mas inutil e indigno de ser hijo de Dios. Voy a pedir por usted hermana y gracias por compartir su testimonio. Que Dios la bendiga, su hijo ya esta en el cielo.

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  8. Saludos hermano, Le dejo una presentación que hice a partir de la información que usted compartió, espero le sea útil. Muchas bendiciones.
    http://prezi.com/oy8r1dzciis3/untitled-prezi/?kw=view-oy8r1dzciis3&rc=ref-11626285

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  9. Saludos Hermano,

    Le dejo una presentación hecha a partir de la información, gracias por su aporte, espero que el mio le sirva.
    http://prezi.com/oy8r1dzciis3/untitled-prezi/?kw=view-oy8r1dzciis3&rc=ref-11626285

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  10. Muchas gracias ya que encontré esta pagina estoy pasando por la aridez yo desconocía pensé que me estaba volviendo loca pero hoy me doy cuenta que estoy seca no tengo ganas de vivir solo quiero morirme sentimientos de culpa están invadiendo mi corazón yo hace unos meses estoy estudiando la biblia y e dejado por muchas razones quiero que mi corazón vuelva a latir con sentimientos buenos y por medio de la oración quiero olvidarme de todo lo malo que esta pasando

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  11. Yo también me siento triste y atacada espiritualmente, siento que poco a poco estoy saliendo, hasta he pensado en la vida religiosa, solo que me pesan muchas cosas. Externe mi deseo de ir a vivir la experiencia, pero mi madre piensa que estoy huyendo a los problemas de la vida diaria, la hermana que me invito piensa que estoy huyendo al compromiso. Y yo no se como vivir mi vida

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    1. tranquilo/a....eso forma parte de los tiempos de aridez....en mi caso sirvió para darme cuenta de lo estrecha que tenia que ser mi vida externa y espiritual (paralelamente) para con Dios... Esos momentos no significan sino la búsqueda de la perfección en la cotidianidad...la búsqueda de la santidad en la cotidianidad...yo también pienso y tengo en cuenta la total renuncia y completa entrega a nuestro señor en la vida consagrada(a causa de la tremenda sed de Dios que nos surge y para satisfacer esa necesidad por el divinamente inspirada )
      asi que no nos angustiemos por eso y tratemos de que nuestras responsabilidades no se vean interrumpidas por estos altibajos espirituales y extremadamente sensibles, sino mas vienen sean el impulso hacia la dificultad de realizarlos como en un martirio...
      que, a no ser del sentir realmente ese llamado hermoso y angelical, hacia la vida religiosa; será un camino mucho mas gratificante para nuestras almas....
      QUE DIOS LOS BENDIGA!!

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    2. Pasar por esta prueba es la mayor bendicion que uno ni siquiera puede imaginar, nada mas debemos persevar en la oracion, la alabanza aunque uno no tenga fuerzas, reconocer que somos pecadores y Cristo nuestro amado ya pago por nosotros y Dios tiene infinita misericordia y nos saca del pozo en el momento preciso. La recompensa es grandiosa en este proceso espiritual de aridez es justamente entrar en el yo para descubrir mi nada por lo tanto descubro mi tremenda necesidad de Dios

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  12. Hola, yo para superar la aridez espiritual me fui a un retiro pra escribirle una carta a Dios, en ella redacte todo el dolor que habia en mi alma,llore no con la mente sino desde el alma y Dios se encargo de llegar a mi regresarme el amor,.......al final me di cuenta que estab alleno de odio mental, fisico, y espiritual y es por eso que no sentia la presnecia de Dios ni el deseo de querer seguir en esta vida terrenal

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