domingo, 26 de julio de 2009

Oración de consentimiento

“Yo soy la servidora del Señor; que se haga en mí
según tu palabra” (Lc 1,38).

El querer hacer la propia voluntad en lugar de la voluntad de Dios Padre, genera tensión y agota, pues significa querer resolver todas las situaciones y trabajos de la vida con las propias fuerzas. Jesús, Médico Divino, quiere sanar las rebeldías de nuestros corazones.

Jesús: Yo creo que tú eres el Médico Divino que quieres mi salud porque me amas.

Confío en ti y en tu poder sanador en mi vida.
Hoy me pongo en tus manos para que hagas de mí lo que quieras.
Renuncio a mi proyecto de vida, para abrirme a tus caminos.
Hoy me desprogramo y te entrego todo mi plan, trabajo y apostolado.
Aun aquello que creo bueno, te lo entrego.
Te doy mi consentimiento total, sin condiciones, para que hagas conmigo lo que quieras.
Te doy libertad para que cumplas en mí el plan de tu Padre.
Me abandono completamente en tus manos.
Amén.

A partir de esta reflexión habla con el Señor ¿Qué te dice el texto? ¿Eres dócil a la voluntad de Dios? ¿Qué crees que necesitas para serlo? Deja que el Espíritu Santo guíe tu meditación.

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