viernes, 27 de noviembre de 2009

Sana, Señor, la etapa de la juventud


Para ti, Señor, no existe el tiempo, y por eso puedes moverte en mi historia y caminar por ella como divino peregrino. Por eso te pido, que camines por mi juventud, mostrándome aquellos recuerdos dolorosos que ya están maduros para ser arrancados de mi corazón y por lo cual tu vez que yo ya estoy listo para recibir la adecuada sanación de esos acontecimientos de mi juventud, que me roban la alegría de vivir.
Tú concoes, Señor lo que hice o lo que otros me hicieron y que produjo, en mi alma, surcos profundos de amargura, resentimiento, enojo, reveldía, por eso te pido: condúceme por los acontecimientos de mi juventud, háblame, bendíceme, sáname.

(Repite en tu oración los 7 pasos para la sanación de los recuerdos dolorosos de la juventud)

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